11 junio 2014
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Antonio
Usa la bici a diario y para todas las ocasiones, para ir al trabajo, a la compra o al cine...
Ha pedaleado por todas las ciudades en las que ha venido viviendo (Córdoba, Sevilla, Granada e incluso en la ciudad holandesa de Utrecht durante un par de años) y se declara un enamorado de las bicicletas clásicas y para el dia a dia usuario de las bicis híbridas con las que también ha realizado numerosos viajes de cicloturismo de alforjas.
La de la foto era una híbrida que compró en el Decathlón modelo Triban y que un amigo de lo ajeno se la robó en la puerta del polideportivo. Por dicho motivo ha vuelto a recuperar para el uso cotidiano una de sus antiguas bicicletas, una Orbea del 92 que se lanzó como una de las primeras híbridas del mercado y con la que llegó a conocer a fondo los Ancares o el Pireneo vasco-navarro.
Ahora anda enfrascado en un par de proyectos de recuperación de viejas bicis; una clásica Orbea de varillas de los años 50 y una BH de paseo 14-500 de los años 70 que quiere regalar a su hijo que, como no, también ha heredado la pasión por las dos ruedas.
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